Asistencia técnica en la apertura
“La primera regla del éxito es una buena preparación”. George B. Shaw
El desconocimiento y la falta de preparación al iniciar un negocio son algunos de los motivos de fracaso en los emprendimientos mexicanos. Es por eso que la capacitación y la asistencia previa a la apertura que ofrecen las franquicias, juega un papel determinante en el éxito que éstas ofrecen.
Sin importar la nula o extensa experiencia que tengamos en el mundo empresarial, iniciar un nuevo negocio siempre involucra retos que inevitablemente nos sumergirán en un mar de conceptos y procesos que pueden ser desconocidos para nosotros.
Al emprender por cuenta propia, esta curva de aprendizaje puede implicar muchos errores que, desafortunadamente, las personas terminan pagando con dinero y tiempo, pues las inversiones erradas en espacios, proveedores y productos pueden representar facturas tan altas que terminan costando el proyecto mismo.
Por ello, la asistencia técnica y capacitación previas a la apertura que recibe una persona al adquirir una franquicia, son algunas de las herramientas más útiles y poderosas que la ponen en ventaja sobre aquellas personas que prefieren apostar por invertir en un negocio convencional.
EL TIEMPO DE PREPARACIÓN NUNCA ES TIEMPO PERDIDO
Por desgracia, en México solemos subestimar e incluso ignorar por completo todo lo que se relacione con la palabra “previo”. He ahí la razón por la cual 8 de cada 10 empresas mexicanas fracasan en los primeros 2 años de su existencia, pues consideran esta preparación como un aspecto completamente innecesario, pasando por alto que, una vez que la idea de negocio ha sido seleccionada, comienzan a surgir una serie de actividades ineludibles (previas a la inauguración) que asegurarán la correcta operación del mismo.
Un acertado análisis del mercado; conocimiento sobre trámites legales; pruebas de calidad en el producto o servicio que se ofrecerá; correcta selección de proveedores; ubicación idónea del establecimiento y los ajustes que se le deberán realizar; serán los aspectos que marcarán la diferencia entre un negocio que tendrá éxito y uno que se quedará en el intento.
APRENDER EL NEGOCIO DE QUIEN MEJOR LO CONOCE
La mayoría de los emprendedores coinciden en que lo más complicado de iniciar un negocio es la incertidumbre ocasionada por la falta de asesoramiento al comenzar el proyecto, pues nadie te dice por dónde empezar, qué hacer y cómo hacerlo.
Con el sistema de franquicias este problema está resuelto, pues como parte del Know How, las empresas franquiciantes tienen la obligación de crear y compartir un abanico de instrumentos que faciliten al inversionista el control, operación y administración de su franquicia incluyendo, por supuesto, los conocimientos previos a la apertura. Todo esto basándose en la experiencia que la empresa ha adquirido con el paso de los años.
A través de manuales de operación, videos tutoriales y, desde luego, la asistencia constante de personal perfectamente capacitado y especializado en las distintas áreas y etapas del emprendimiento, se prepara a los franquiciatarios para operar el negocio de forma segura, con procesos que ya han sido probados y establecidos previamente por la empresa franquiciante.
Los cursos y capacitaciones que ofrecen las corporaciones que trabajan bajo este sistema de negocio pueden ser teóricas o prácticas, pero en ambos casos se debe promover el análisis y el aprendizaje a través de dinámicas, cuestionarios y ejercicios que instruyan al franquiciatario en el conocimiento necesario para conquistar un nuevo mercado.
LO QUE TIENES QUE SABER
Cada empresa es distinta y prepara sus capacitaciones de acuerdo a las necesidades de sus clientes y el negocio; es por eso que antes de iniciar, los inversionistas tienen el deber de informarse de manera autónoma sobre los aspectos más básicos que se requieren para administrar o dirigir un emprendimiento.
Aunque los cursos más solicitados suelen ser los que implican el mantenimiento y uso de los equipos para crear un producto, existen otros que son indispensables para la apertura del negocio, tales como los administrativos, preparación respecto a la gestión del capital humano, cómo inculcar el sentido de pertenencia a la marca, estrategias de marketing y, por supuesto, servicio y asistencia al cliente, por mencionar sólo algunos.
LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS COMO FACILITADORAS DE LA CAPACITACIÓN
A pesar de que no existe nada como el aprendizaje presencial, hoy en día se ha vuelto indispensable confiar en las nuevas tecnologías como facilitadoras de la capacitación, pues nos permiten crear procesos más ágiles, automatizados, adaptables y eficaces para los franquiciatarios.
La facilidad de recibir todos los materiales de forma digital, la posibilidad de archivarlos en algún dispositivo que les permita tenerlos a su disposición en cualquier momento, así como la oportunidad de elegir el lugar y el horario para capacitarse, son algunas de las razones por las cuales actualmente la tecnología se convierte en una de las herramientas más prácticas, tanto para los responsables de la capacitación como para las personas que están recibiéndola.
Ya sea a través de webinars, sitios web, portales especializados, correos, llamadas, mensajes, imágenes, videos o chats, el formato digital facilita la comunicación entre expertos capacitadores, asesores e incluso compañeros, mejorando la retroalimentación de los cursos y optimizando la información para conservar la mejora continua en las capacitaciones.
Finalmente, así como el agua es el elemento más importante para la vida, podemos decir que las capacitaciones y entrenamiento que ofrecen las franquicias son parte fundamental del éxito de las mismas, pues gracias a ellas es posible garantizar que la ejecución y gestión del negocio será realizada por gente perfectamente capacitada para obtener la satisfacción del consumidor final, a través de procesos y líneas previamente establecidas por la corporación, que aseguran que el producto o servicio prestado contará con los más altos estándares de calidad.
EYMARD ARGÜELLO MANCILLA
Presidente de Agua Inmaculada
Con doble licenciatura en Administración de Empresas y Comercio Internacional, fundó Agua Inmaculada en 2002, donde ahora funge como presidente del Consejo de Administración. Ha sido reconocido como Emprendedor del Año por la Secretaría de Economía, INADEM (2015); Emprendedor del Año por CNN Expansión (2015); y Emprendedor Internacional ENDEAVOR (2014).