La Borra del Café abrió una tienda en Guadalajara y se convirtió en una cadena internacional que, para el 2020, tenía cerca de 60 sucursales en México y un proyecto de crecimiento de 200 aperturas en Estados Unidos, cuando recibió el embate transformador de la pandemia del Covid-19.
Convertir la pasión en un negocio es el sueño de muchos, realización de pocos. Más aún, es un privilegio transformar una magnífica idea en la inspiración que cada día dé sentido a la vida, y eso es lo que logra mantener a flote un negocio construido con disciplina y esfuerzo.
Estos ingredientes conforman la historia de La Borra del Café, una idea sencilla y magnífica que inspira día a día a su creador León Reffreger, quien venía liderando la empresa con proyecciones financieras y empresariales exitosas para el 2020.
Ese año estarían subiendo el número de sucursales a cerca de 60 establecimientos distribuidos en Jalisco, Querétaro, Chihuahua, Colima, Nayarit, Monterrey, Quintana Roo, Aguascalientes, y comenzaba la expansión internacional con la apertura en Estados Unidos de una sede en Chicago.
Los valores prometían una estadística en proceso ascendente ya que esta marca tiene la peculiaridad de que no ha sido como cualquier cafetería y lo lleva tatuado en su eslogan: “Espacios que inspiran”.
Y es que los clientes retienen las experiencias, ningún encuentro es desechable: cada ocasión para sentarse a compartir una taza de café con un colega, un prospecto, un socio, un miembro de tu red, una amiga, la pareja o ex pareja, un aliado o contrincante; produce un sabor, agrega algo a nuestra historia.
A eso se le llama borra del café, al gabazo o residuo que se pega al fondo de una taza cuando el elixir fue bebido.
Es lo que leen las adivinas cuando el último sorbo deja impregnado el deseo de ver más allá. La Borra del Café también es el título de un libro de Mario Benedetti, el conmovedor poeta uruguayo.
Sus descripciones de viajes y encuentros aportaron el cincho que buscaba León Reffreger en 2011 cuando se incubaba la necesidad de crear “algo extraordinario”.
A lo largo del postgrado en Comunicación Corporativa que cursaba en la Universidad Complutense de Madrid, León constantemente se encontraba buscando una idea que sirviera para emprender un negocio en el que pudiera invertir lo que más valoraba: su inspiración, pasión y creatividad.
Pocos años después, mientras concluía sus estudios en la maestría de Mercadotecnia Global en el ITESO, encontró la consonancia que paso a paso le llevó a configurar el ADN de una estructura comercial que derivó en La Borra del Café.
Alexei Sandoval no dudó en ser su primer aliado y socio, también se integró Mauricio Pérez, poco después se unió el cuarto socio fundador, Juan Comparán.
HACER AJUSTES… DURANTE EL VUELO
Los cuatro socios abrieron su primera sucursal en junio de 2012 en la Zona Rosa de Guadalajara; en Hidalgo 1798-A surgió este extraordinario lugar que ofrecía mucho más que un espacio para beber un café o tener una simple reunión laboral.
Desde los muros hasta las servilletas, la armonía y la decoración de La Borra del Café invitaba a crear y compartir. Con elementos alusivos a los viajes y al poder de la literatura, el sueño del emprendedor tomó forma.
“Ser empresarios menos oportunistas y más comprometidos. Tenemos una misma visión y la misión de cuidarnos entre todos”.
Pero la cafetería no vendía lo proyectado, la licuadora ruidosa interrumpía las conversaciones de los clientes y cada panini tomaba 15 minutos para salir del horno.
El sueño se venía abajo, pero Juan Comparán, que hacía de cartógrafo en el viaje que emprendieron juntos como sociedad, les recordó que el objetivo era tener una cadena de franquicias. Corregidas las lecciones iniciales, en noviembre de ese mismo año, en el centro turístico de San Pedro Tlaquepaque abrió las puertas la segunda sucursal de La Borra del Café.
Al siguiente año abrió la tercera sucursal en la colonia Providencia, cumpliendo con una de las reglas doradas del éxito de un negocio: la ubicación correcta.
Eso y los elementos perfeccionados como contar con la maquinaria adecuada para ofrecer el servicio adecuado; las siguientes aperturas corrieron como hilo de media y en poco tiempo el negocio repuntaba favorablemente.
LO MÁS DIFÍCIL ESTÁ EN EL POR VENIR
Angélica García Carrillo, la franquiciataria más exitosa de México —calificada así en el ranking internacional del BFW (Best Franchisse of the World)— aseguró que La Borra del Café refleja la calidez de la sangre mexicana. Y eso justamente fue lo que Reffreger imaginó en sus sueños.
Pero sin ninguna posibilidad de predecir el incierto futuro, no solamente La Borra del Café sino la industria restaurantera recibió un embate inconmensurable: el brillante 2020 vio nacer el Covid-19, con un desbordado poder de contagio nunca antes visto.
La pandemia obligó a replegarse en una cuarentena global que se extendía por meses cambiando la dinámica normal en la Tierra, y tras el cierre total de algunos establecimientos y parcial de otros, León Reffreger se unió a una coalición emergente de empresarios que debían desarrollar una nueva mentalidad frente al contagio de este nuevo virus.
En una entrevista aseguró que el sueño era el mismo y que la visión era clara: “Seguimos con la intención de hacer algo extraordinario. Los hábitos de consumo van a cambiar y, ante la crisis, vamos a tener que estar dispuestos a resistirla, aprenderla y transformarla”.
Con valentía sembró la nueva mentalidad confiando en que tanto la cooperación como el reconocimiento eran elementos indispensables durante esta dura experiencia.
“Los empresarios están luchando por el bien de muchos, vamos a entrar en una etapa en la que las organizaciones van a darse cuenta de la necesidad de colaboración” —expresó—. “Las empresas en ese sentido van a cambiar, habrá una adaptación al sentimiento de las personas, habrá un gran entendimiento.
Vamos a comprender que debemos ser menos oportunistas y más comprometidos con la idea de que tenemos una misma visión y la misión de cuidarnos entre todos, querernos y trabajar de la mano”, apuntó el Premio Adolf Horn al Joven Empresario 2016 en medio del reto más transformador para el que, sin saberlo, se había estado preparando.
LEÓN REFFREGER ALONSO
CEO, La Borra del Café