Apuesta Franquicias

Por falta de conocimiento legal estuve apunto de perder mi franquicia y mi libertad

Las franquiciadoras y franquiciatarios se topan con un gran reto, el de no cometer errores en sus organizaciones y lograr que otros tampoco los cometan. Deviene de una tarea nada fácil, y que ha de traducirse en un control estricto de sus clientes para que cumplan con la legalidad, no se involucren en problemas y a su vez no los arrastren a dichos contratiempos. 

En los últimos años ha surgido una tendencia a que las PYMES tengan programas de prevención y detección de contingencias. En México son cada vez más los empresarios que acuden a expertos legales pero todavía hay muchos que no solicitan esos servicios porque piensan el clásico “a mí no me va a pasar”. 

En nuestra época, debido a la globalización y avance en las actividades comerciales, el modelo de negocios de franquicias puede ser objeto de oportunidad para la delincuencia organizada y darle la posibilidad de mezclar ingresos provenientes de actividades ilícitas con el propósito de disfrazar su verdadero origen como se detalla a continuación: 

Rodrigo Pérez (los datos, fechas y nombres son distintos a los reales con fundamento en el artículo 36 de la Ley Reglamentaria del artículo 5o Constitucional) es una persona honesta, casado y con un hijo, que vive en la Ciudad de México. Él llevaba trabajado desde el inicio de su vida laboral en una empresa líder en el sector de salud, nutrición y bienestar. 

En dicho trabajo logró ahorrar una cantidad significativa, ya que su sueño siempre fue el de invertir en un negocio para poder ser independiente, obtener mayores ingresos y tener más tiempo para disfrutar de su familia; por lo que investigó y decidió invertir en una franquicia. Para ello escogió una empresa 100% mexicana que nació en 2013 e inició franquicias en 2017, con un posi- cionamiento de 162 sucursales en 13 estados de México; con un retorno de inversión de entre 24 y 36 meses, teniendo un punto de equilibrio a partir de cuarto mes. Para el momento de firmar el contrato y pagar la cuota inicial y demás gastos relacionados con la puesta en marcha de su franquicia, tomó dos decisiones: la primera fue renunciar a su trabajo de toda la vida porque necesitaba el tiempo para atender dicho negocio, y la segunda fue realizar todos los pagos en efectivo porque sus personas de confianza así se lo recomendaron y al franquiciante también le convenía, para así supuestamente ahorrarse el pago de impuestos y sus costos fueran más bajos.

Al cabo de los meses su negocio rindió frutos, todo iba viento en popa, le dedicaba cierto tiempo a la operación de su negocio, tenía buenos ingresos y disfrutaba de su familia. Pero un día recibió una notificación de observaciones derivado de una revisión electrónica que el Sistema de Administración Tributaria (SAT) le había realizado, informándole que existía una discrepancia fiscal entre sus ingresos y sus egresos, es decir, gastaba más de los ingresos que tenía, por tanto, existía para la autoridad una omisión de pago de impuestos. Rodrigo consultó con su contador y tomaron la decisión de proporcionar información y documentación para desvirtuar las irregularidades observadas por la autoridad, pensando que con ello se resolvería esa situación; pero no, la autoridad le requirió más datos y a su vez le pidió información al franquiciante (como tercero).

A los 6 meses Rodrigo recibió una determinación definitiva de un crédito fiscal por pagar; paralelamente, recibió un citatorio de una carpeta de investigación donde el Ministerio Público de la Federación le solicitó su comparecencia para entrevista, respecto de la investigación de hechos presuntamente constitutivos de los delitos de lavado de dinero y defraudación fiscal que se estaba llevando a cabo en su contra; ante lo cual lógicamente tenía que presentar diversa documentación contable/fiscal para desvirtuar su probable responsabilidad por los hechos que se le imputaban.

Rodrigo estaba muy preocupado, no podía ni dormir y se quería olvidar de su negocio, pero no lo hizo; no iba a tirar por la borda todos sus ahorros, esfuerzo y posiblemente su libertad, por lo cual estuvo buscando opciones y acudió con nosotros, Guzman Legal Group, para asesorarlo y solucionar su problema. Le presentamos una solución acompañándolo de la mano en todo su proceso, lo cual sirvió para ganarnos su confianza por lo que Rodrigo recuperó su paz, se encuentra correctamente asesorado y su negocio se ha potencializado: ya tiene 5 sucursales más. Gracias al acercamiento que tuvimos Rodrigo se dio cuenta de la experiencia que tenemos en diversas materias jurídicas por lo que hoy en día somos sus aliados estratégicos legales.

Con este caso podemos ejemplificar la importancia de estar correctamente asesorados por una buena firma como la nuestra, con servicios profesionales de consultoría que tiene capacidad y responsabilidad, y no por terceras personas como lo pueden ser los amigos que dicen saber, pero al momento que hay problemas ya no están para apoyarte.

LA IMPORTANCIA DE MINIMIZAR EL RIESGO

Te voy a explicar de manera sencilla los errores que tuvo Rodrigo y que regularmente suelen suceder por culpa del desconocimiento. Rodrigo, una persona común y corriente como tú y como yo, sin dedicarse a una actividad ilícita, manejó su negocio de una forma incorrecta, pues resultó que el SAT detectó en su sistema la omisión de pago de impuestos, pero al llevar a cabo una investigación más a fondo de la información proporcionada por Rodrigo y su franquiciante, detectó una actividad vulnerable y uso de efectivo, por lo que envió la información a la Unidad de Inteligencia Financiera y esta a su vez presentó una querella en la Fiscalía General de la República por la posible comisión de hechos presuntamente constitutivos de los delitos de lavado de dinero y defraudación fiscal. 

La franquicia es un tipo de negocio muy noble ya que no solo genera utilidades a quien lo adquiere, sino que también le da regalías al que la vende y aunado a eso genera fuentes de empleos, pero ¿cómo funcionan las franquicias? En términos generales nacen cuando un empresario, comerciante o prestador de servicios ha logrado el éxito que buscaba y quiere dar el siguiente paso, compartir, vender los conocimientos y experiencia sobre su negocio. Esta mancuerna funciona ya que el franquiciatario tiene derecho al uso de marcas, patentes, imagen y el consejo del franquiciante para llegar a objetivos económicos ciertos, esto a cambio de una cantidad de dinero determinada y formalizada en un contrato.

Es un negocio con muchísimas ventajas y probadamente más seguro que otros emprendimientos independientes, pero como cualquier negocio es susceptible en ocasiones de encontrarse con personas que no son en realidad quienes dicen ser, ni se sabe de dónde provienen los ingresos con los que se adquiere y opera la franquicia; esto lo ocupan como una compañía de fachada, que es una entidad que está legítimamente incorporada y participa, o hace ver que participa, en una actividad comercial legitima, pero esta actividad comercial sirve primeramente como una máscara para el lavado de activos ya que se mezclan los fondos ilícitos con sus propias rentas lícitas. Tomemos en cuenta que un delincuente no es quien da la cara, son terceras personas (físicas o morales) las que aparentan ser las propietarias, y otras son las beneficiarias finales. Es de extrema importancia que las PYMES no se sitúen o se vean involucradas con otras empresas que estén en la lista negra del SAT, y para eso es necesario que tengan un aliado que los apoye en mantener el orden de su empresa en temas jurídicos fiscales, financieros, administrativos, entre otros. 

Por ello, es importante implementar en todo tipo de negocio manuales para minimizar este riesgo, y así evitar tener contingencias como las que tuvo Rodrigo, para poder tener una base de certeza y seguridad sobre la honorabilidad de las personas con quienes se está negociando. 

Los programas y ma-nuales de prevención de lavado de dinero y otros temas no significan interrumpir la labor del área de operaciones de una empresa, por el contrario, se trata de establecer medidas que permitan a los actores de la entidad estar atentos a las actividades del cliente y de minimizar cualquier contingencia que pueda existir; tenerlos es una ventaja que a futuro no solo permite prevenir la vinculación con el delito de lavado de dinero, sino que además provee herramientas para ofrecer correctamente sus productos con sus respectivos requerimientos y necesidades. 

Las franquicias, así como cualquier otro modelo de negocio, son vulnerables de ser utilizadas para actividades ilícitas, sobre todo si no se está correc-tamente asesorado y toman las medidas preventivas de posibles contingencias acerca de las personas con las que se hacen negocios. Para esto, recomendamos a las PYMES que se asesoren con nuestra firma e implanten un programa de prevención de contin-gencias, entre ellas el lavado de dinero, antes de que se manifieste un problema mayor donde tengas que invertir mayor tiempo, recursos económicos y perder su tranquilidad. 

Víctor Guzmán

Consultor y Asesor Legal, Socio de Guzman Legal Group

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