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En Finca Santa Veracruz estamos convencidos de que lo más importante que conforma una empresa exitosa es su gente. Por lo tanto, desde sus inicios se contó con un departamento de Recursos Humanos, no sólo para la contratación constante de personal para las cafeterías sino también para el desarrollo y formación de los trabajadores dentro de la empresa.
A lo largo de este libro hemos aprendido acerca de todos los aspectos de una franquicia paso a paso. Y uno de los más importantes es, por supuesto, las personas que se ocuparán de la operación del negocio y atención a los clientes. Este elemento puede representar la diferencia entre un negocio estándar y uno extraordinario. Para asegurarte de que el desarrollo del personal sea óptimo, hay una herramienta infalible: la capacitación.
La capacitación es sin duda un elemento vital dentro de cualquier empresa, incluyendo el modelo de negocio de las franquicias. La capacitación debe entenderse como un proceso permanente, y no la aplicación temporal de programas para abrir un negocio; la capacitación debe integrarse a la cultura interna de la organización como una práctica cotidiana.
¿QUÉ ES LA CAPACITACIÓN?
Es una herramienta para adquirir conocimientos teóricos y prácticos que permiten que las personas actualicen sus competencias y adquieran nuevas; se puede impartir de varias formas: cursos, talleres, conferencias, congresos, diplomados, entre otros, y permitirá al capital humano de una empresa mejorar su desempeño y ejecución de funciones. El caso de las franquicias ofrece una ventaja enorme: la capacitación inicial es por cuenta del franquiciante, quien posee el know how de la marca y quien se asegurará de transmitirlo íntegro para asegurar el éxito de la marca.
En términos generales estos son algunos puntos a tomar en cuenta a propósito de la capacitación:
1. La capacitación debe estar alineada con las necesidades organizacionales.
Debe identificarse el objetivo de cada curso, y este objetivo debe estar enfocado a la consecución de las metas del negocio. El impacto que el entrenamiento tenga en el desempeño de las personas para que puedan contribuir al buen funcionamiento de la organización, es lo que se busca. Nadie quiere hacer las cosas “porque sí”, debe haber un propósito.
2. La capacitación debe ser continua.
Una vez que se ha completado el entrenamiento inicial, no debe abandonarse la valiosa herramienta del aprendizaje. En lugar de considerar a la capacitación como una actividad extra que “quita tiempo al trabajo”, es mejor integrarla a la operación diaria.
3. Las personas se sienten más seguras si tienen una capacitación adecuada.
Un trabajador que domina sus funciones sabe que no será reemplazado fácilmente. Y si tomamos en cuenta que la pandemia por Covid-19 que sufrimos en estos momentos ha provocado una crisis económica global, y que la posible pérdida del empleo es una constante preocupación para los colaboradores, la capacitación puede abonar a una estabilidad laboral beneficiosa para la empresa.
4. La capacitación evita la pérdida del talento.
De la mano del punto anterior viene la ventaja que ofrece la capacitación para evitar la rotación de personal, pues los conocimientos adquiridos forman parte de las labores cotidianas, responden a los objetivos de la empresa y se traducen en beneficios personales; esto impide la fuga de talento a otras organizaciones.
5. La capacitación no tiene por qué ser aburrida.
A través de los años nos hemos dado cuenta de que la capacitación debe tener algún “gancho” creativo y divertido. Entre más involucrados en la experiencia se sientan los colaboradores, mejores resultados se obtienen. La creatividad puede empezar con cosas tan sencillas como volver “temático” un curso, o integrar actividades como juegos o concursos donde los participantes puedan aplicar los conocimientos adquiridos.
6. La capacitación ha cambiado gracias a la tecnología.
Los cursos tradicionales de horas frente a un instructor han sido reemplazados —aun antes de las medidas de confinamiento obligadas por la pandemia— por el aprendizaje en línea, muchas veces con herramientas interactivas o aplicaciones personalizadas.
7. La destreza tecnológica también es objeto de capacitación.
La tecnología está transformando de manera permanente los procesos productivos, y los colaboradores tienen que estar al día en el manejo de las herramientas digitales que intervienen en la operación de la empresa. Por ello es preciso que los empleados se integren a programas de capacitación que sigan el ritmo de los cambios y los mantengan actualizados en este mundo tecnológico que se vuelve obsoleto en tan corto tiempo.
8. La capacitación protege a la empresa de los cambios externos.
Las empresas deben vigilar constantemente los cambios que le afecten en el marco regulatorio, hacendario, financiero o económico que le imponen nuevas exi-gencias. Contar con personal capacitado para conocer, manejar y anticiparse a esos cambios ofrece una fuerte ventaja para cualquier organización.
CAPACITAR PARA EL ÉXITO
Reconocer la importancia de la capacitación permanente permite a las empresas ponerse a la vanguardia de su área, generar la calidad total que exige el mercado moderno y construir una planta de personal que impulse la innovación constante.
Después de 2 décadas de experiencia, puedo garantizar que la mejor decisión que se tomó en Finca Santa Veracruz fue desarrollar un amplio programa de capacitación (cursos, manuales, programas, etc.) porque es una valiosa herramienta que brindamos a nuestros franquiciatarios, además de mantenernos como una empresa muy ágil en cuanto al desarrollo de producto e implementación de nuevos procesos.
ALFONSO IÑARRA GARCÍA
Director de Operaciones y Socio fundador
Empresario bajo cuya visión y mano experta el negocio de la venta de café ha alcanzado una expansión exponencial a lo largo de dos décadas, diversificándose en modelos de negocio innovadores que promueven la cultura del café en México.
